De profesión, filóloga
Cuando decidí iniciar las andanzas de la Casa de las Palabras, allá por el 2003, ya era una filóloga atrevida. Por raro que parezca, había aprendido a mirar mi lengua…
Cuando decidí iniciar las andanzas de la Casa de las Palabras, allá por el 2003, ya era una filóloga atrevida. Por raro que parezca, había aprendido a mirar mi lengua…